Laboratorio IoT Ciudad de Madrid
Durante los últimos años las ciudades han estado instalando multitud de sensores en los diferentes servicios municipales: movilidad, limpieza, equipamientos, instalaciones y edificios, energía, infraestructuras, etc. Cada uno de ellos, en función del fabricante, utiliza un determinado protocolo de comunicación. Esto implica que “hablan idiomas diferentes”, lo que dificulta, e incluso impide, la conexión directa con otros dispositivos instalados en ubicaciones contiguas por otros servicios.
Para establecer un “lenguaje universal” de los protocolos de Internet de las Cosas (IoT) que se utilizan en las ciudades, el Ayuntamiento ha suscrito un convenio de colaboración con el Centro de Domótica Integral (CeDInt) de la Universidad Politécnica de Madrid. (Convenio / Anexo).
Se crea de este modo el Laboratorio IoT Ciudad de Madrid, que contempla los siguientes objetivos:
- Configurar un centro experto en IoT para establecer criterios para la ciudad a disposición de los responsables técnicos municipales, las empresas licitadoras y los proveedores.
- Buscar la confluencia hacia una infraestructura IoT común para la ciudad, basada en estándares abiertos, neutros e interoperables, para que escale a las dimensiones de Madrid y tenga en cuenta, desde el diseño, las medidas de ciberseguridad precisas.
- Disponer de un entorno de pruebas para que las áreas municipales y las empresas prestatarias de servicios puedan llevar sus equipos y obtener configuraciones seguras.
- Evaluar el impacto en entornos reales pero controlados.
- Facilitar la capacitación digital y crear comunidad de innovadores.
- Colaborar en las iniciativas Govtech que incorporen este tipo de tecnología en cualquier ámbito: tanto servicios a la ciudad como servicios a los ciudadanos.
Con la utilización de las tecnologías relacionadas con IoT se consigue mejorar los servicios para incrementar la calidad de vida de las personas. Permite generar ahorros en consumos de energía y optimizar los recursos. Facilita las labores de conservación y mantenimiento en una ciudad, al conocerse la situación, estado y nivel de uso de cada dispositivo. Todo ello en tiempo real y en función de determinadas variables del entorno y ambientales, lo que permite una previsión más fiable de las necesidades futuras y que, progresivamente, las personas puedan interactuar con la ciudad y disponer de la información necesaria para conocer la operativa y funcionamiento de sus servicios.
Otro aspecto a destacar es la evaluación del impacto en la gestión y operación de los servicios cuando se les aplica el Internet de las Cosas para su gestión remota y automática, calculando ahorros en consumos, mantenimientos y reducción de emisiones, en línea con los compromisos medioambientales.
Se pueden consultar el alcance y las fases del proyecto en "Documentación asociada".