Preguntas frecuentes sobre Adicciones

La adicción es una enfermedad física y mental que afecta al cerebro, en la que se crea una necesidad hacia una sustancia o actividad, que involucra interacciones complejas entre los circuitos cerebrales, la genética, el medio ambiente y las experiencias de vida de la persona.

Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas entre los que se encuentran: episodios de descontrol, distorsiones del pensamiento, negación de la enfermedad y comportamientos compulsivos que se mantienen a pesar de las consecuencias dañinas para la persona

  • Se consume la sustancia o se realiza la conducta con frecuencia y en cantidades superiores o durante un tiempo más prolongado del previsto.
  • Existe un deseo persistente o esfuerzos fracasados de abandonar el consumo de la sustancia o de realización de la conducta.
  • Se invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para conseguir la sustancia, consumirla o recuperarse de sus efectos.
  • Un gran deseo o necesidad de consumir la sustancia o de realizar la conducta.
  • Consumo recurrente de la sustancia o de realización de la conducta que lleva al incumplimiento de los deberes fundamentales en el trabajo, la escuela o el hogar.
  • Consumo continuado de la sustancia o de realizar la conducta a pesar de sufrir problemas sociales o interpersonales persistentes o recurrentes, provocados o exacerbados por los efectos de la sustancia o de la conducta.
  • El consumo de la sustancia o de realización de la conducta provoca el abandono o la reducción de importantes actividades sociales, profesionales o de ocio.
  • Consumo recurrente de la sustancia en situaciones en las que provoca un riesgo físico.
  • Se continúa con el consumo de la sustancia o con la realización de la conducta a pesar de saber que se sufre un problema físico o psicológico persistente.

Son los efectos físicos y psíquicos derivados de la interrupción del consumo de la sustancia o del cese de la conducta. Cada sustancia o conducta produce un conjunto de signos y síntomas diferente.

Es la adaptación del organismo ante el consumo de una sustancia que conlleva una necesidad de consumir cantidades cada vez mayores para conseguir la intoxicación o el efecto deseado.

Patrón de conducta caracterizado por la falta de control y persistente en el tiempo que se mantiene a pesar de las perdidas o malestar que provocan. Las adicciones sin sustancia más estudiadas y que aparecen en los manuales diagnósticos son el juego patológico y videojuegos. Además, se encuentran en estudio otras como el uso problemático de pantallas, redes sociales, móvil …

Uso de drogas y su asociación con contextos sexuales, principalmente con hombres gays, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBHSH).

Cuando una persona tiene una adicción y otro trastorno mental al mismo tiempo.

Es un estimulante del sistema nervioso central. Frecuentemente se consume esnifada y también fumada.

Produce hiperactividad, disminuye los efectos de la intoxicación etílica y reduce la sensación de hambre y sueño. Además, provoca psicosis, alucinaciones, paranoia, problemas cardiovasculares e infarto.

Aumentan los riesgos cuando se consume con alcohol.

Es un depresor del sistema nervioso central. Derivado del opio. Se consume fumada o inyectada de forma intravenosa.

Provoca somnolencia, relajación y enlentecimiento mental. Otros efectos adversos son que disminuye la frecuencia respiratoria y cardiaca, puede provocar parada respiratoria y muerte.

El principio psicoactivo es el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC). Se puede presentar de distintas formas para su consumo: hachís, marihuana, aceites, productos comestibles…

Produce relajación, risa y facilidad para relacionarse. Los efectos adversos incluyen: dificultad para concentrarse, enlentecimiento mental y motriz, hipotensión, ataques de pánico y psicosis (alucinaciones, paranoia…).

Su denominación química es etanol. Aparece en bebidas fermentadas (cerveza, vino, …) y en mayor concentración en las destiladas (ginebra, whiskey, ron, vodka, …).

Produce euforia, desinhibición y relajación. Los efectos adversos que provoca son: disminuye la atención, aumenta el tiempo de reacción, desorientación, confusión mental…

Los efectos adversos más graves incluyen el aumento de la probabilidad de accidentes, coma y muerte. El consumo crónico provoca cirrosis, pancreatitis y ulcera de estómago.

Son drogas que causan alucinaciones, es decir, alteraciones profundas en la percepción de la realidad. En este grupo se encuentran el LSD (tripi) y la ketamina.

Sus efectos son: relajación, desinhibición, alucinaciones… Como efectos adversos: mareo, náuseas, vómitos, trastornos psicológicos, hipertensión y aumento de la frecuencia cardiaca.

Son estimulantes del sistema nervioso central. Se presentan de varias formas para su consumo como: MDMA (M, cristal, pastillas…), metanfetamina (tina, meta…). Se pueden consumir por vía oral, fumada, esnifada e inyectada.

Producen euforia, desinhibición y disminución del apetito. Los efectos adversos incluyen: ansiedad, pánico y golpe de calor (dificultad para regular la temperatura corporal).

Es un estimulante del sistema nervioso central de la familia de las anfetaminas. Se presenta como un polvo blanco y cristalino (speed, meth, chalk, hielo, cristal…). Se puede consumir por vía oral, inhalada, fumada, o inyectada.

Produce aumento de la actividad, disminución del apetito y desinhibición.  Como efectos adversos provoca hipertensión, hipertermia, agitación, confusión…

Es una catinona, estimulante del sistema nervioso central. Su presentación es en polvo o en cristal. Su consumo es habitual en la práctica de chemsex. Se puede tomar por vía oral, rectal, esnifar o inyectar.

Provoca euforia, estado de alerta y desinhibición. Los efectos adversos que provoca son: ansiedad, náuseas, hipertensión, taquicardia, convulsiones y arritmias.

Es el ácido gammahidroxibutírico. Es una sustancia depresora, se presenta en formato de líquido. Se suele emplear en contextos de chemsex.

Sus efectos son: relajación, desinhibición, sociabilidad… Como efectos adversos: mareos, visión borrosa, somnolencia, espasmos y coma.

Es una droga estimulante del sistema nervioso central.

Produce relajación y sensación de bienestar. Provoca daños en el sistema vascular, fatiga y tos. Además de, bronquitis crónica, cáncer de pulmón, hipertensión arterial, enfermedad coronaria (angina o infarto de miocardio), accidentes cerebrovasculares (trombosis, hemorragias o embolias), cáncer de laringe, cáncer bucofaríngeo, cáncer renal o de vías urinarias.

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