18. Bosquetes mixtos
Aunque a simple vista un parque pueda presentar un aspecto verde y con abundante vegetación, a veces esta no es lo suficientemente variada para ofrecer recursos a la fauna.
¿Cómo podemos mejorar la capacidad de fomento de biodiversidad de los parques?
Una buena solución es la diversificación de la vegetación. A mayor variedad de especies arbóreas y arbustivas, la variedad de recursos y nichos creados será mayor. Por ejemplo, si tenemos un abanico importante de especies vegetales, tendremos árboles que fructifiquen en otoño e invierno, lo que resulta muy valioso para las aves migratorias como el zorzal alirrojo (Turdus iliacus). También, hay arbolado con gran capacidad para formar grietas y oquedades que pueden ser aprovechados por muchas aves y quirópteros como lugar de refugio y nidificación. La propia corteza del árbol puede ser un importante microhábitat en algunas especies, como es el caso del alcornoque (Quercus suber), que es capaz de alojar a gran cantidad de musgo y liquen, así como, diversidad de invertebrados.
En definitiva, a mayor variedad de especies vegetales mayor será el aporte de alimento, lugar de refugio y nidificación para la fauna, creando así un ecosistema más rico y complejo.