1. Pradera de siega diferenciada
Queremos mantener espacios en los que la naturaleza siga su curso. Al no intervenir segándola, la pradera podrá crecer igual que lo haría en los ecosistemas naturales en el campo.
¿Quiénes son los grandes beneficiados?
Aunque a simple vista puede que no parezca gran cosa, nos encontramos ante un apasionante ecosistema de pequeñas criaturas que se mueven alrededor nuestro. Nos referimos a los insectos.
Los herbazales y praderas constituyen un auténtico océano para ellos, y, como en un mar, encontraremos distintas especies en función de la altura de la vegetación en la que nos situemos. Por ejemplo, en la parte superior revoloteando sobre las flores, podremos observar muchas especies de polinizadores como las mariposas o las abejas solitarias.
En cambio, según vamos descendiendo por los tallos de las plantas encontraremos que la diversidad de especies de invertebrados va cambiando. Aquí aparecen muchos grupos que se alimentan de las hojas o tallos de las plantas, como los pulgones (áfidos), pero también, aparecerán muchos controladores de plagas como mariquitas (coccinélidos), arañas o crisópidos. A su vez, muchos insectos aprovechan la densidad de la maleza para hacer sus nidos o puestas. En el suelo, abundarán distintas especies de hormigas que aprovecharán todos los recursos animales y vegetales que puedan obtener, así como, muchos grupos de coleópteros descomponedores que cerrarán el ciclo de materia en el ecosistema.
En definitiva, estos espacios aparentemente vacíos, se encuentran dominados por una riqueza entomológica apasionante, pero…
¿Es lo único que habita estas praderas?
En realidad, estos espacios acabarán atrayendo en última instancia a gran diversidad de aves, reptiles y mamíferos que se sentirán cómodos ante el refugio proporcionado por la hierba alta y, también, por la gran oportunidad de alimentarse para los que incluyan a los insectos dentro de su dieta. Algunos ejemplos de reptiles pueden ser la como la lagartija ibérica (Podarcis hispanica) o el lagarto ocelado (Timon lepidus), también, se verán atraídos mamíferos como el conejo (Oryctolagus cuniculus) o el ratón de campo (Apodemus sylvaticus). Dentro de las aves, hay gran variedad de aves que se pueden ver atraídas por estos recursos, algunos ejemplos son el escribano triguero (Emberiza calandra), la curruca capirotada (Sylvia atricapilla), el jilguero (Carduelis carduelis) o el alcaudón (Lanius senator).
