Centro de Clasificación y Valorización Energética “Las Lomas”. Datos técnicos

 

1. Área de recepción de residuos

Capacidad de diseño: 1.300 t/día.

Fosos de descarga: 2.

Volumen total de los fosos: 6.700 m3.

Pulpos: 2, con capacidad de 6 m3 cada uno.

 

2. Planta de clasificación y recuperación de materiales

Capacidad máxima de tratamiento: 100 t/hora.

Los residuos de la fracción resto se van depositando mediante dos puentes-grúa sobre los correspondientes alimentadores que transportan el residuo a baja velocidad a cuatro líneas de tratamiento, lo que permite a los operarios retirar los objetos voluminosos, así como el papel y el cartón.

Posteriormente, se lleva a cabo un cribado mediante varios trómeles o cribas, que clasifican los residuos en varios tamaños: <100mm; 100-200-300; >300mm.

Una vez separados dichos flujos, ambas corrientes entran en la nueva planta de clasificación y recuperación de materiales, donde se lleva a cabo un proceso de clasificación automática a través de una serie de equipos.

 

3. Zona de almacenamiento de materiales y materia orgánica recuperada (MOR)

Una vez recuperados, los materiales se dirigen a la zona de almacenamiento, a la espera de ser recogidos por los gestores autorizados correspondientes.

Por otro lado, la fracción de menor tamaño, con alto contenido en materia orgánica, será dirigida a los parques de almacenamiento para proceder a su cribado y ser recogida posteriormente por un gestor autorizado.

 

4. Planta de valorización energética

El proceso comienza con la descarga de los residuos en el foso de recepción, desde el que se cargan las tolvas de alimentación de los hornos. En este proceso se realiza la valorización del combustible derivado de residuos (CDR):

Procesado internamente (65-70% sobre el total de la entrada de residuos domésticos)

CDR externo: 125.000 toneladas anuales

Cada horno dispone de una cámara de postcombustión en la que los gases permanecen tal como señala la legislación vigente durante más de dos segundos a una temperatura superior a 850ºC y en presencia de oxígeno. Con ello se asegura su combustión completa y la máxima destrucción de dioxinas y furanos.

Tras su paso por la caldera, los gases de combustión circulan a través de una serie de equipos donde se lleva a cabo la depuración de los gases de forma que se garantiza la eliminación de sustancias perjudiciales al medio ambiente, antes de su emisión al exterior.

Tras su salida de la cámara de postcombustión, y antes de alcanzar las siguientes etapas del proceso de depuración, los gases pasan a la caldera de recuperación donde se genera el vapor que es conducido al grupo turbo generador para producción de electricidad.

Aproximadamente el 26% de la electricidad producida se consume en la propia planta y el resto se exporta a la red.

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