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Durante su vida, un ciudadano medio tira 300 veces su peso en residuos, lo cual equivale a decir que una persona de 75 kg dejará a sus hijos en herencia 22.500 kg de residuos.

Cada día entran al P.T.V. una media de 3.675 toneladas de residuos. Con los residuos generados en un mes se podría llenar la superficie de un campo de fútbol hasta una altura de 20 metros (7-8 pisos).

• El reciclaje elimina totalmente los residuos y los convierte en productos útiles.
• Cuantos menos residuos haya menos habrá que pagar para deshacerse de ellos.
• Contribuye a preservar los recursos naturales. Por ejemplo, se puede recuperar aluminio a partir de las latas fabricadas con este material. El aluminio se obtiene a partir de un mineral denominado bauxita, con la cantidad de bauxita que utilizamos para la extracción del aluminio, ésta desaparecerá de la Tierra en 200 ó 300 años.
• Podemos usar el papel viejo para fabricar papel nuevo, o podemos continuar cortando árboles.
• Podemos refinar el aceite lubricante usado o podemos continuar usando aceite virgen para producirlo. Con el petróleo que utilizamos se estima que las reservas del mundo durarán tan sólo 35 años.
• Se ahorra energía, por ejemplo:
  • Para fabricar una tonelada de papel reciclado se utiliza tan sólo el 60 % de la energía que se necesita para fabricar una tonelada de papel virgen.
  • Con el reciclaje de una sola lata de aluminio se ahorra la energía suficiente para hacer funcionar un televisor durante tres horas.

Conjunto de actividades que se realiza en plantas industriales, en condiciones de higiene y seguridad, y que están encaminadas a extraer de los residuos todos aquellos materiales que son susceptibles de ser reutilizados en la cadena productiva para elaborar nuevos artículos, ahorrando recursos naturales y empleando menos energía que al que precisaría la fabricación del producto sin materiales reciclados. 

• La clave está en pensar en el futuro. Antes de comprar un producto y el correspondiente embalaje, piense en lo que va a tirar.
• Piense en el embalaje como parte del producto. Paga lo que se lleva, por lo tanto, si el envoltorio está pensado para tirarlo inmediatamente, lo que compra con su dinero son residuos bien presentados.
• Compre todo lo que pueda sin empaquetar.
• Evite comprar artículos que se tiran después de utilizarlos pocas veces, busque productos que se puedan utilizar muchas veces (pilas recargables).
• Evite comprar productos que lleven sustancias tóxicas, pues son difíciles de eliminar sin que supongan un peligro.
• Utilice bolsas de tela para llevar la compra.

El aluminio es uno de los materiales más valiosos del reciclaje. Es mucho más barato reciclar una lata de aluminio que fabricarla con metal nuevo.

El reciclaje del aluminio ahorra el 95% de la energía total que se utiliza para fabricar el material a partir de la bauxita. Esto significa que se pueden fabricar 20 latas con material reciclado utilizando la misma energía que se necesitaría para fabricar una con material nuevo.

Fabricar latas a partir de aluminio reciclado reduce la contaminación relacionada con el proceso de fabricación (por ejemplo dióxido de azufre, que provoca la lluvia ácida) en un 95%.

• Para fabricar 1.000 kg de papel de calidad se necesitan 3.300 kg de madera.
• El papel se puede reciclar hasta 7 veces, según la longitud de las fibras.
• Reciclar una tonelada de papel  evita que se corten 17 árboles.
• El papel, junto con el cartón, puede llegar en peso al 25% del total de los residuos domésticos y son las materias más fácilmente reciclables.
• El papel reciclado se utiliza básicamente para hacer cartón y papel de embalar.
• De cada 1.000 kg de cartón que se recoge se obtienen 850 kg de cartón reciclado.
• Al reciclar el cartón ahorramos una cuarta parte de la energía que se utiliza al fabricarlo.
• Además de árboles y energía también se ahorra otro recurso: el agua. Cada vez que se recicla una tonelada de papel, se ahorran 26.500 litros de agua.

En el reciclaje básicamente se utiliza el mismo proceso para todos los tipos de papel, si bien hay algunas consideraciones especiales para cada uno. El papel brillante como el de las revistas, por ejemplo, requiere un tratamiento especial, mientras que el papel ecológico reciclado produce el mínimo impacto en el medio ambiente.

El papel de oficina es con mucho el papel más valioso para reciclar. Los recicladores lo aprecian porque está hecho con fibras fuertes que aguantan muy bien el reciclaje. Si bien debe quitar las anillas y los clips grandes, el color de las tintas no afecta al reciclaje. 

En torno a 1 kg/día en países desarrollados y 400-700 g/día en países en vías de desarrollo.

En España hay 10 plantas incineradoras y se quema un 6% de los residuos.

Reciclado conjunto: Da un aglomerado llamado Téctan.

Reciclado por separado: los componentes se separan y aprovechan de forma independiente dando fibras de celulosa y aluminio. Así se recicla el 80% del peso del envase. El resto es una mezcla que se utiliza como combustible en las cementeras.

• (Folleto Biblioteca de ingeniería) U.N.E.D

Los que menos tardan en degradarse son la materia orgánica, ropa, calzado, papel...

Los residuos que más tardan en degradarse son las latas, el aluminio, el plástico y, de forma indefinida, el vidrio. En el caso de la materia orgánica hablamos de semanas, pero en el caso del plástico hablamos de alrededor de 500 años.

El único material que se recupera en su totalidad es el vidrio que, una vez depositado en su lugar correspondiente, se reutiliza en un 100%, evitando la sobreexplotación de miles de canteras en todo el mundo. Por ello, es muy importante contribuir a mejorar la tasa de reciclaje para su reutilización.

Es un producto con propiedades fertilizantes que se obtiene a partir de la materia orgánica de los residuos sometida a un proceso de compostaje o fermentación.

El compost obtenido se emplea en jardinería, viveros y restauración paisajística. 

• Restos de verduras crudas y frutas.
• Los posos del café y del té, con el filtro del papel incluido.
• Bolsas de infusiones, aunque se tienen que quitar las grapas metálicas.
• Flores y plantas.
• Virutas y cenizas de madera.
• Cáscaras de huevo.
• Restos de la poda (de árboles, arbustos, matorrales) troceados.
• Poda de césped.
• Hojarasca.
• Restos de flores, de plantas y verduras del huerto.
• Fruta caída.