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Como complemento a la renaturalización del río que se ha realizado de forma natural y espontánea como respuesta a la apertura de compuertas, se han ejecutado obras que suponen una mejora cualitativa importante en la recuperación medioambiental del cauce. 

El tramo de 1,3 kilómetros comprendido entre el Puente de los Franceses y el Puente de Reina Victoria se encontraba canalizado entre dos taludes de escollera de gran tamaño, sin apenas vegetación y un aspecto muy artificial y deteriorado. 

La actuación ha consistido en la reconfiguración de estos taludes artificiales, con la eliminación de 1.500 m3 de piedras (escollera) y de las especies invasoras vegetales que habían proliferado, como el ailanto. También se han limpiado las márgenes y se ha descompactado el suelo y aportado tierra vegetal que ha servido de sustento a las plantaciones. 

Las plantaciones realizadas (5.230 plantas en total) han supuesto la revegetación completa de las márgenes del río con 273 árboles autóctonos de gran porte, entre los que hay que destacar 113 ejemplares de Ulmus Minor donados por el Ministerio de Agricultura, que son olmos resistentes a la grafiosis, una enfermedad que está acabando con gran parte de los árboles de esta especie. También se han plantado mediante estaquillas 1.305 árboles de pequeño tamaño, principalmente fresnos, álamos, alisos y majuelos y más de 3.600 arbustos como rosas silvestres, tamarix o saucos. 

En esta actuación también se ha rehabilitado completamente el muro longitudinal y aunque se ha retirado el antiguo encintado de piedra que lo cubría porque se encontraba en muy mal estado, actualmente se está reutilizando en otras actuaciones de la ciudad como la rehabilitación de los viales del barrio de Chueca. 

El nuevo muro tiene unas características técnicas que favorecen el drenaje de las márgenes y por tanto garantizan su estabilidad a futuro. Además ha servido de apoyo a las nuevas barandillas longitudinales que se han instalado, similares a las existentes en el parque Madrid Río, con un total de 2.329 metros contando las dos orillas. 

También se han mejorado los caminos adyacentes en ambas márgenes del tramo del río. 

Y en el tramo de la margen derecha más próximo al puente de los Franceses se han conservado unos muros que contienen huellas de la Guerra Civil española. En concreto, se trata de impactos de bala producidos cuando en esta zona se encontraba uno de los frentes de la contienda. Se instalarán unos paneles informativos para poner en valor los restos y explicar a la ciudadanía esta parte de la historia madrileña. 

Las obras han supuesto una inversión de 1,2 millones de euros con un plazo de ejecución de 9 meses, incluyendo el contrato un periodo de mantenimiento de las plantaciones de 2 años que garantice su supervivencia.