Hazara. Autoficción y costumbrismo en Afganistán - Ayuntamiento de Madrid

Hazara. Autoficción y costumbrismo en Afganistán

Mahnaz Ebrahimi | Somayeh Ebrahimi

Hablar de Afganistán podría resultar una osadía incluso para quien se haya asomado a su esencia de forma lúcida y profunda. Una complejidad de gentes, idiomas y escenarios históricos y culturales se abre paso para romper los límites entre realidad y ficción, entre lo que es y lo que debería ser, o debió ser en algún tiempo remoto que quizás nunca existió. Como Estado tapón entre grandes imperios, su futuro se ha visto truncado de forma repetida en el tiempo durante siglos. El título de esta exposición, Hazara, es un homenaje a uno de los grupos étnicos que componen el mapa sin fronteras reales que es Afganistán. Descendientes de los antiguos mongoles, los hazara han sido los olvidados de entre los olvidados, los oprimidos de entre los oprimidos. Como practicantes de la rama chií del islam, y como protectores incansables de su libertad en tiempos de estrategas políticos que ansiaban el control del territorio, han sido generalmente castigados por conquistadores extranjeros y dirigentes nativos a labrar el campo y a no poseerlo. No es este título, no obstante, un signo de exclusión de los demás grupos del país, que verán reflejados tantos puntos de convergencia de todo el pueblo afgano en las imágenes expuestas.

Es al grupo étnico hazara al que pertenecen Mahnaz y Somayeh Ebrahimi, dos fotógrafas en la veintena, cuya obra se rescata y se muestra por segunda vez en esta muestra. Sin apenas medios técnicos, y sin una cámara real, consiguieron sacar adelante un conjunto de fotografías, capturadas después de la llegada al poder de los talibanes en 2021, en las que plasman su realidad y su ficción. Es esta una autoficción invocada que bebe de los hechos cotidianos y que nos transporta desde la naturaleza salvaje hasta la crudeza de los humanos y sus leyes llamadas a civilizar desde la enajenación, desde el presente al pasado más y menos cercano y desde una cultura a otra. Confluyen varios universos en la biografía de ambas fotógrafas, la cual, en el transcurso de la preparación de esta exposición y la anterior, ha sido tejida y destejida cual alfombra, así como sus nombres, una y otra vez, para ser después todo ello cubierto por el velo del secreto que protege y la información a medias ofrecida al visitante.
El juego de pseudoanonimato, con la desubicación explícita en el tiempo y el espacio, permite extrapolar sus escenas y vivencias a aquellas de cualquier mujer afgana de su edad, y de las más y menos jóvenes protagonistas de sus obras, alejadas de las ciudades y en el continuo y forzoso equilibrio entre el espacio doméstico al que se las condena y el espacio público, ya sea el de la aldea o a cielo abierto bajo la protección de la naturaleza más indómita y entre ruinas abandonadas. Son escenas de la quietud e inercia de lo cotidiano que no ocultan la violencia en ello implícita ni la verdad ancestral, lejos de la imagen de medios sedientos de noticias de impacto efímero e ilusorio. Mahnaz y Somayeh crean en sus fotografías actos cargados de poesía, lenguaje artístico y expresivo tan intrínseco de los pueblos pérsicos y que hace aquí cristalizar el dolor, el amor, la alegría, el cautiverio y el ansia de libertad. El arte las salva a diario de aquellos que las oprimen en los tiempos en que les ha tocado habitar esta tierra afgana, paraíso al que no dejan ser.
El primer conjunto de obras, que vio por primera vez la luz dentro de Galería Sura con una gran acogida de público entre noviembre del 2024 y, tras dos prórrogas, febrero del 2025, evoluciona para convertirse en la actual muestra itinerante, mostrando antiguas y nuevas obras de las artistas. La obra de ambas artistas toma otros caminos tras saberse al fin vistas por un público que ha entrado en diálogo con ellas. La personalidad del lenguaje de Mahnaz y Somayeh permanece, pero da un paso más allá hacia un lirismo más atrevido y desafiante. Adquieren más complejidad las puestas en escena, creándose un realismo mágico a la afgana en el que lo cotidiano de su vida se ve reflejado en una realidad alterada que carga de verosimilitud una atmósfera vital inaceptable. Se rompe el curso lógico del tiempo al verse condenadas a habitar un presente lleno de viejas prohibiciones y vestigios de un tiempo pasado mejor que parece no haber existido nunca, pero que permanece en sus almas. Es este presente un tiempo para la alienación de la mujer, la afgana, que las artistas convierten en un ser casi mitológico que cae para después renacer cada día, con cada fotografía, con cada baile, con cada canción y con cada poesía.

Edith Arance
Comisaria y editora

 

Celebración: 

• Del 9 al 20 de abril 2025 en Centro Juvenil Pipo Velasco - viernes 11 de abril a las 18.30 h visita guiada
• Del 23 al 27 de abril 2025 en Centro Juvenil Ouka Leele - jueves 24 abril a las 18.30 h. visita guiada
• Del 30 de abril al 11 de mayo 2025 en Centro Juvenil El Sitio de mi Recreo - jueves 8 de mayo a las 18.30 h. visita guiada

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