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El alcalde de la Ciudad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha destacado los parámetros de funcionalidad, seguridad y belleza de las dos pasarelas colgantes que ha visitado esta mañana.

El objetivo del Gobierno de la Ciudad de Madrid de lograr el reequilibrio territorial requiere facilitar, por un lado, la conexión entre distritos y barrios para que la ciudad no quede desgarrada por las grandes vías de tráfico, y también favorecer la movilidad peatonal y ciclista. En esta estrategia se enmarcan las dos pasarelas que conectan Vicálvaro y San Blas: salvan la M-40 y la Radial 3, y dan servicio a los más de veinte mil vecinos de la zona, que ahora pueden disfrutar de la Cuña Verde de Vicálvaro, un parque que había quedado dividido por la autopista.

Las nuevas infraestructuras de conexión peatonal han tenido en cuenta las necesidades de las personas con movilidad reducida, ya que disponen de rampas de acceso de baja pendiente y una anchura suficiente para desplazarse con comodidad.

El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, ha visitado hoy estas dos pasarelas, que entraron en servicio a finales de mayo, y ha subrayado que “son ejemplos de nuestro compromiso con el peatón, y abre nuevas oportunidades para una integración territorial cómoda y segura”. Ruiz-Gallardón ha avanzado que en esta legislatura seguirá desarrollando iniciativas similares para ‘coser’ esas brechas urbanas que condicionan la conexión entre distritos y barrios, eliminando fronteras y haciendo una ciudad más accesible y abierta para todos: “Terminaremos las pasarelas peatonales de interconexión en el tramo Este de la M-30, en Ciudad Lineal, Chamartín y Moratalaz, y construiremos una pasarela que unirá la calle Pedro Bosch con la zona comercial de Méndez Álvaro en Retiro”.

Peatones y bicis
Las pasarelas sobre la M-40 y la Radial 3 disponen también de un tramo de carril bici de 753 metros que conecta el Anillo Verde Ciclista con el carril bici del sector Sur del Parque de la Cuña Verde de Vicálvaro, lo que incrementa las dotaciones de la ciudad e incentiva tanto la práctica deportiva como el desplazamiento sostenible, dentro de un compromiso del Gobierno de la Ciudad que esta legislatura servirá para crear una red de carriles que crecerá 15 kilómetros al año.

“Se trata, en definitiva –explicó el alcalde– de una doble iniciativa que, ejecutada en poco más de año y medio, y con una inversión de 4 millones de euros, ha permitido trazar una pasarela de 90 metros en el caso de la que cruza la M-40 y de 190 metros en el de la Radial 3, cada una con cinco metros de ancho separados en viales que permiten el tránsito diferenciado entre peatones y bicicletas”.

La pasarela sobre la Radial 3 dispone de dos rampas de acceso de 74 metros en el lado Norte y 40,5 en el Sur. Tanto ésta como la que salva la M-40 adoptan la tipología de puente colgante con tirantes rígidos, lo que permite sostener un tablero más simple, ligero y sencillo de instalar. “Medios técnicos –concluyó el alcalde– que, como siempre en nuestra acción de gobierno, sirven al propósito verdaderamente relevante: crear una ciudad más amable, accesible y sencilla de vivir para todos los ciudadanos, de modo que, en Madrid, habitar en una metrópoli no sea sinónimo de dureza, sino de comodidad y calidad de vida”./