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Existe una clara diferencia entre oír y escuchar. “Oír” es “el acto de recibir sonido o información mediante el oído”. “Escuchar” se define como “el acto de prestar atención al sonido. Dar oídos, atender a un aviso, consejo o sugerencia". Con una atención reflexiva, comprendiendo lo que se dice.

Escuchar requiere concentrarse al cien por cien en la persona que habla. Es estar con ellos en lo que dicen y asimilar sus palabras y emociones a través de todos los sentidos. Escuchar es escuchar con cada parte de ti. Piensa en una ocasión en la que estabas hablando con una amistad, tu cónyuge o un terapeuta sobre una situación importante de tu vida y, cuando terminó la conversación, te sentiste más ligero, amado y cuidado. Probablemente esto se deba a que estaban completamente contigo. Escuchar de verdad no es tan fácil como parece.