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El kamishibai es una forma original de Japón de contar cuentos, en la cual el narrador va deslizando las láminas ilustradas del cuento según va relatando la historia. Una de sus modalidades, el kamishibai callejero (gaito-kamishibai), se estima que surgió alrededor de 1930. Era un negocio que resultaba de contar cuentos en los callejones a un público que había comprado caramelos o golosinas. El productor del kamishibai callejero encargaba las historias a algún escritor y, las ilustraciones a artistas. Las ilustraciones eran obras originales pintadas a mano y no se imprimían, se pegan en un papel más fuerte de soporte, se barnizaban una y otra vez, y se completaban añadiendo el texto en el reverso de las láminas.

 Tras la Segunda Guerra Mundial, el kamishibai callejero se hizo muy popular en todo Japón, pero con los cambios en el estilo de vida, entró en declive a mediados de la década de 1960. Hoy día, el kamishibai se considera como una herramienta educativa cada vez más común para fomentar el gusto por la lectura y la escritura en los más pequeños.

Esta exposición que llega ahora a Veranos de la Villa con la colaboración de la Embajada del Japón en España, el Museo de Kamishibai Nostálgico de Shiozaki y el Centro Internacional de Literatura Infantil de la Biblioteca Central de la Prefectura de Osaka, descubrirá a todo aquel que se acerque a Serrería Belga este arte conocido como “teatro de papel” a través de una colección de obras originales del kamishibai callejero.

Con la colaboración de la Embajada del Japón en España, la Biblioteca Central Internacional de la Prefectura de Osaka y el Museo del Kamishibai Nostálgico de Shiozaki.