Mañana martes, 5 de junio, a las 12.30 horas, en el stand de Las Artes

Las Artes presenta dos de sus últimas publicaciones en la Feria del Libro

Nota de prensa 04/06/2007
  • Las quintas de recreo. Las casas de campo de la aristocracia de Madrid. Tomo II se centra en el estudio de Los Carabancheles
  • Por su parte, Francisco Burgos en Las nuevas escuelas madrileñas, estudia la evolución de la arquitectura escolar entre 1868 y 1968 

El stand municipal del Área de Las Artes en la Feria del Libro acogerá mañana martes,  5 de junio, a partir de las 12.30 horas, la presentación de dos de las últimas publicaciones del Área.

Por un lado, se presentará el segundo volumen de la obra Las quintas de recreo. Las casas de campo de la aristocracia de Madrid, tesis doctoral del arquitecto Miguel Lasso de la Vega que, en este caso, se centra en los Carabancheles.

Este es un fenómeno, el de la proliferación de residencias de recreo de la nobleza, que a pesar de haber sido algo muy extendido en los alrededores del Madrid de los siglos XVIII y XIX, ha sido poco estudiado. Esta publicación pretende sacar a la luz la importancia de aquella arquitectura, retirada y ociosa, rodeada de jardines y parques, a la que la nobleza en un principio y, más tarde la burguesía adinerada y ennoblecida, acudía en los estíos.

En esta segunda entrega el estudio se centra en los Carabancheles. Aquí la situación presenta diferencias patentes con respecto a las localidades de Canillejas y Chamartín. Los Carabancheles se han considerado tradicionalmente  como la representación más explícita del mítico mundo rural en el entorno de Madrid, su máximo apogeo se alcanzó hacia 1850, momento en que la burguesía, la nobleza tanto la de nuevo cuño como la colonial y la milicia, se trasladaban a refrescarse a aquellos  pagos y en ellos construían sus residencias palaciegas, compitiendo entre sí por edificar la mejor y más suntuosa.

Algunos ejemplos todavía permanecen, como en Carabanchel Bajo Vista Alegre que fuera residencia real y, más tarde pasó a la burguesía liberal, cuando fue propiedad del Marqués de Salamanca. Otras están llenas de historia como la famosa Quinta del Sordo, donde un Francisco de Goya atormentado pintó sus sueños de monstruos. Otras nos traen ecos de tierras más cálidas bañadas por el Caribe, como la llamada Delicias Cubanas, que perteneció al Conde de Yumurí. Todo ello se retrata en el libro de forma documentada y minuciosa a la vez de evocadora de un tiempo ya desaparecido.

De nuevo para llevar a cabo esta cuidada edición el Área de Las Artes ha contado con el inestimable patrocinio de la Fundación Caja Madrid.

La arquitectura del aula. Nuevas escuelas madrileñas (1868-1968)
La segunda presentación es el fruto del trabajo de investigación del arquitecto Francisco Burgos Garrido. Este libro aborda un aspecto de la historia de la arquitectura  de Madrid poco estudiado, la evolución de la arquitectura escolar a lo largo de un siglo. La investigación se centra entre 1868 y 1968. La elección de ambas fechas no es arbitraria para el autor: la primera refleja la puesta en marcha del programa de construcciones escolares que afrontaron los progresistas, el cual supuso la definición de modelos tanto arquitectónicos como pedagógicos. La segunda fecha ha sido elegida porque para Burgos 1968 supone el final de un ciclo  coincidente con la crisis del régimen franquista. El análisis que se recoge en la publicación abarca aspectos que van más allá de los parámetros puramente constructivos, ya que se tratan temas pedagógicos, legales e históricos.

La elección  del momento no puede ser más acertada ya que a lo largo del periodo se fijaron las bases de las condiciones y características de estos establecimientos. Hitos tan importantes como la Ley Moyano (1857), el Decreto del Ministerio de Fomento de enero de 1869 sobre construcciones escolares; iniciativas como la Institución Libre de Enseñanza (1876), de larga tradición en la historia de la pedagogía en España, desde una perspectiva particular o la creación de la Oficina Técnica de Construcción Escolar (OTCE) en 1923, desde una perspectiva pública; así como también queda recogida toda la labor que en los años de la II República se realizó en este campo en la que destacó el arquitecto Antonio Florez, autor de los importantes complejos escolares que se construyeron en ese momento.

El recorrido es amplio. Figuran los mencionados complejos de la República, las Escuelas Aguirre, más reciente, el colegio Estudio, entre otras realizaciones. El autor se adentra en este recorrido con minuciosidad y va mostrando los ejemplos más destacados que sorprenden por su modernidad y calidad. Su rigor académico no resta amenidad al discurso que se desarrolla con un lenguaje fluido y bien estructurado.

Para este proyecto editorial, que también se enmarca en la colección de Patrimonio Histórico en la que esta publicación es el sexto de la colección, se contado con el patrocinio de el Fundación Caja Madrid./
 
 
 

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