Niño de Elche
Figura clave del flamenco contemporáneo, Niño de Elche ha asumido todo lo que, desde lo más elemental a lo verdaderamente esencial, nos ha regalado la práctica del género. Y por eso, porque no ha cejado en su empeño de reconocer las diferentes zonas cero que el arte y sus etiquetas dejan atrás, se auto-proclama exflamenco, una forma de expresar esa búsqueda inagotable que vive ahora su momento definitivo.
Capítulo final de la trilogía que conforman Memorial de cante en mis bodas de plata con el flamenco (2021) y Flamenco. Mausoleo de celebración, amor y muerte (2022), su nuevo álbum -que se editará en otoño- es una reescucha del repertorio que el mítico Manuel Torre (1880-1933), de joven Niño de Jerez, dejó recogido en diferentes grabaciones con su austera pero particular personalidad artística. Con las colaboraciones de Yerai Cortés, Rocío Márquez, Ylia, Perrate y Eric Jiménez (Los Planetas), entre otros, Cante a lo gitano son catorce cantes plenísimos que nos devuelven a los principios ancestrales, es decir, al futuro mismo.
Y es que, como cuenta Pedro G. Romero, “lo que hace Niño de Elche es un renuevo. Obviamente se mete en el cuerpo el cante gitano y después lo deletrea desde su garganta con nuevos tonos, desvíos prodigiosos que agrandan, como una lupa, los pequeños rasgos, los mínimos índices que distinguen a Manuel Torre. Es el Niño de Elche el que canta, eso es obvio, pero lo que suena es cante gitano”.