Reciclaje de electrodomésticos

Los electrodomésticos contienen componentes y sustancias peligrosas, por lo que no deben tirarse a la basura doméstica sino que se deben tratar adecuadamente.

Cuando la persona consumidora realice la compra de un nuevo electrodoméstico, el punto de venta está obligado a hacerse cargo del antiguo aparato, siempre que el electrodoméstico adquirido sea equivalente o realice las mismas funciones, recogiéndolo gratuitamente en el domicilio de la persona compradora o aceptando su entrega en el comercio, en un plazo no superior a 30 días naturales desde la compra. Las empresas que venden estos electrodomésticos por comercio electrónico también tienen obligación de aceptar el aparato antiguo, recogiéndolo en el domicilio del comprador/a o facilitando un punto de entrega.

La persona usuaria tiene derecho a recibir una copia del justificante de recogida del electrodoméstico donde conste la fecha de entrega, el tipo de aparato, la marca, el número de serie y la información que facilite sobre su posible reparación o reutilización.

Las empresas distribuidoras/vendedoras que dispongan de zonas de venta de electrodomésticos de 400 m2 o superior deben contar con un punto de recogida para aparatos muy pequeños (menores de 25 cm) como móviles, calculadoras, máquinas de afeitar, etc. donde las personas consumidoras puedan depositarlos sin obligación de comprar otro.

En todo caso, los electrodomésticos se deben entregar en los puntos limpios, a las gestoras de residuos autorizados o en los puntos específicos habilitados por las empresas fabricantes.

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