Aprovisionamiento

ADUCCIÓN: comprende las funciones de captación y alumbramiento, embalse, conducciones por arterias o tuberías primarias, tratamiento y depósito.

Para que el agua llegue a nuestro hogares, es necesaria una infraestructura que permita, primero almacenarla, ya que su toma directa desde los almacenes de agua naturales (lagos y lagunas) y desde las corrientes de agua existentes (ríos) no permitiría el abastecimiento a la mayoría de las personas usuarias.

Además de los embalses, se recurre a la captación y alumbramiento de aguas subterráneas. Después es necesario llevarla desde los lugares de almacenamiento a los lugares de consumo, a través de las correspondientes conducciones, primero por arterias, o tuberías primarias, procediendo además al tratamiento que garantice que va a llegar a los usuarios en condiciones óptimas para el consumo y procediendo a su depósito.

DISTRIBUCIÓN: Comprende la elevación por grupos de presión y reparto por tuberías, válvulas y aparatos, cuando cualquiera de ellos sean necesarios, hasta las acometidas particulares, manteniendo su calidad y propiedades, y evitando su pérdida en las redes que discurren por los municipios hasta las acometidas particulares.

SANEAMIENTO: Otro aspecto importantísimo, es conseguir que el agua que hemos utilizado se vierta de la forma menos lesiva posible para el medio ambiente. Esta función regeneradora es un servicio público que incluye alcantarillado y depuración, comprendiendo el primero la recogida de aguas residuales y pluviales y su evacuación a los distintos puntos de vertido. El segundo, la devolución a los cauces o medios receptores, convenientemente depuradas.

Cada servicio está compuesto de:

Cuota de servicio: es una cantidad fija en concepto de disponibilidad del servicio, que se paga en función del calibre (diámetro) de la tubería principal que abastece la vivienda. Se divide, en abastecimiento (agua que entra en el domicilio) y saneamiento (agua que se desecha por el desagüe).

Cuota de consumo: hace referencia al coste variable de la factura. El documento refleja cuánto vale la unidad de medida en cuestión (el metro cúbico) y lo multiplica por el consumo efectuado en el periodo. Este concepto puede presentarse dividido entre abastecimiento y saneamiento.

Se podrá también incluir una cuota suplementaria destinada a la financiación de obras de infraestructura y actuaciones medioambientales relacionadas con la calidad del agua.

Existen bonificaciones para los casos de familia numerosa, por ahorro de consumo (cuando se reduzca el consumo de un año para otro) y por exención social (para paliar situaciones de pobreza y máxima necesidad).

Responsables de la calidad del agua

El agua para el consumo humano debe ser salubre y limpia, de forma que no contenga ningún tipo de microorganismo, parásito o sustancia en una concentración tal que pueda suponer un riesgo para la salud humana. Para ello se han aprobado unas tablas donde vienen recogidos los parámetros microbiológicos y químicos máximos.

Al ser varios los agentes que participan en el suministro de agua potable, la responsabilidad dependerá de su participación:

  • A los municipios les corresponde asegurar que el agua suministrada a través de la red de distribución, cisterna o depósito móvil en su ámbito territorial, sea apta para el consumo en el punto de entrega a la persona consumidora. Para ello, el municipio realizará un control de la calidad del agua en el grifo de la persona consumidora, examinando el sabor, el olor, el color, la turbidez, la conductividad y el pH, entre otros parámetros. El número de muestras que se recojan han de ser representativas del abastecimiento; al menos, 4 al año en municipios de menos de 500 habitantes, 6 para municipios de más de 500, y dos más al año por cada 5.000 habitantes o fracción.
  • El organismo gestor deberá velar por esta obligación cuando le corresponda la captación, la conducción, el tratamiento, la distribución o el autocontrol del agua. Para ello, deberá velar por que varios laboratorios realicen los análisis necesarios para asegurar la adecuación del agua al consumo humano.
  • En cuanto a la conservación de los inmuebles, corresponde a las personas propietarias la obligación de que las instalaciones interiores eviten modificaciones de la calidad del agua de consumo humano desde la acometida hasta el grifo.

El control de la calidad del agua se realiza a través de los siguientes apartados:

  • Autocontrol. Es una actividad a cargo del gestor de cada una de las partes del abastecimiento consistente en velar por que varios laboratorios realicen los análisis necesarios para asegurar la adecuación al consumo humano.
  • Vigilancia sanitaria. Se trata de realizar inspecciones sanitarias periódicas del abastecimiento, que correrán a cargo de la autoridad sanitaria.
  • Control en el grifo de la persona consumidora. Es responsabilidad del municipio adoptar las medidas necesarias para garantizar la realización del control de la calidad del agua en el grifo de la persona consumidora, debiéndose realizar un informe periódico sobre los resultados obtenidos.

Las personas consumidoras tienen, asimismo, derecho a recibir una información puntual, suficiente, adecuada y actualizada sobre los aspectos que afecten a la calidad del agua, a través de los medios de comunicación previstos por cada una de las administraciones implicadas y los gestores del abastecimiento.

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