Historia de El Retiro
Los jardines del Buen Retiro fueron creados por Felipe IV en el siglo XVII como finca de recreo para los reyes de la Casa de Austria. Durante los reinados de los reyes de la Casa de Borbón, en los siglos XVIII y XIX, el Real Sitio y su entorno se enriquecieron con nuevas instalaciones. En el reinado de Fernando VII destaca, además de la replantación del parque, la Casa de Fieras, el Real Embarcadero y el Jardín de Caprichos o Reservado, del que quedan algunos edificios como la Montaña Artificial y la Casita del Pescador.
Las sucesivas demoliciones del recinto y los graves destrozos que sufrió durante la Guerra de la Independencia, el cual fue utilizado como fortaleza y acuartelamiento por los franceses, junto con el empuje del ensanche urbano de la ciudad durante el siglo XIX, configuraron la fisonomía actual de El Retiro. En 1868 pasa a formar parte del patrimonio municipal, abriéndose al disfrute del pueblo de Madrid. A finales del siglo XIX y principios del XX El Retiro se aprovechó como marco para celebrar diversas exposiciones internacionales, de las cuales han quedado edificios tan emblemáticos como el Palacio de Cristal y el Palacio de Velázquez.
En 1935 se declara Jardín Histórico Artístico, constituyendo en la actualidad uno de los pulmones verdes que conforman el rico patrimonio cultural de Madrid.
El agua fue un elemento determinante desde sus inicios, el Estanque Grande, las rías, los estanques y fuentes formaban parte de la estructura básica de los Jardines. Caben destacar las fuentes del Ángel Caído, Galápagos y de la Alcachofa.
El carácter monumental de El Retiro enriquecido por los principales escultores del siglo XX, convierten el Parque en un museo al aire libre, entre los monumentos más representativos destaca el magnífico conjunto escultórico de Alfonso XII y la estatua ecuestre del General Martínez Campos.
La diversidad en el trazado de las distintas zonas del Parque y la variedad de especies vegetales, se corresponden con las intervenciones según las etapas históricas. Destacan el Parterre, jardín de tipo francés creado por encargo de Felipe V y las actuaciones del Jardinero Mayor Cecilio Rodríguez en los Jardines que llevan su nombre y la Rosaleda a principios del siglo XX.
Los Jardines del Buen Retiro son uno de los grandes atractivos de la ciudad por su valor histórico y por ser lugar de encuentro, disfrute y esparcimiento. En el parque se desarrollan actividades sociales, culturales y deportivas representativas como la Feria del Libro.
La última gran intervención emblemática, es la creación del Bosque del Recuerdo, monumento conmemorativo construido como homenaje a las víctimas de los atentados en marzo de 2004 en Madrid, ubicado en la zona de la Chopera.
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